8 feb 2010

PNL: en línea con nuestros pensamientos y sentimientos


Solemos clasificar a alguien o incluso a nosotros mismos como seres racionales o emocionales, como si estos dos aspectos no pudieran y debieran coexistir y complementarse.

En las empresas se habla de la importancia de tener una visión y una misión común, de tener un objetivo compartido, de remar todos para el mismo lado. ¿Pero qué ocurre con la empresa más importante, nosotros mismos?

La PNL y el estar alineados
Se define a la Programación Neuro Lingüística como una escuela de pensamiento que desarrolla las bases y fundamentos para crear una serie de técnicas y modelos que permiten intervenir en los distintos niveles neurológicos y de pensamiento de las personas, a fin de producir cambios orientados a su bienestar.

Puede ser definida también como un arte o una ciencia que estudia la estructura de la experiencia subjetiva. Es el estudio de cómo hacemos modelos. Hace referencia al "proceso", no trabaja con contenidos.

La PNL agrupa tres aspectos del ser humano: el sistema neurológico (coordinación física), el lenguaje (interfase entre seres humanos) y la programación (creación de patrones de pensamiento y comportamiento).

En esencia, lo que permite la PNL es descomponer estos tres elementos y luego reestructurarlos de la forma que sea más útil para lo que la persona quiere lograr.

Y es ahí donde la PNL tiene mucho que decir y aportar. Al entregarnos técnicas y herramientas para romper ciertas estructuras y modificar ciertos comportamientos, nos entrega la oportunidad de tener otra visión de nuestra persona, lo que repercute en nuestra relación con los demás, alineando nuestro lado racional con nuestro aspecto emocional y alcanzando el bienestar.

Cuando lo que piensa, siente y hace una persona está en línea, hay mayores probabilidades que esa persona esté en armonía y logre lo que dijo se proponía alcanzar.

Somos más fuertes y capaces de lograr nuestras metas cuando estamos enteros, cuando somos uno. Uno con lo que pensamos y con lo que sentimos.